Los bordados y dibujos mediúmnicos son el taller donde se fecunda el maná creativo de la modernidad. Las médiums artistas dibujan de la misma manera que tejen, seguidoras de un virtuosismo femenino. Crean arabescos fluídicos que se expanden sin contención racional. Tocan con los dedos las esferas más lejanas del inconsciente.
(Tejidos de Jeanne Tripier y Josefa Tolrà)
Los dibujos mediúmnicos comparten una gráfica de familia, una comunidad formal que resulta aberrante interpretar o explicar según las normas de la historia del arte en sus influencias y filiaciones estilísticas. Su arte no viene del Arte, sus referencias comunes no son obras de arte anteriores. Comparten una coreografía gráfica similar, una producción cultural que resulta del impulso manual (de la mano que se deja guiar): un estilo propio de trazo, la puesta en escena de un nuevo paradigma visual. Entre los dibujos de Josefa Tolrà, Hélène Smith, Jeanne Tripier, Magde Gill, Hilma af Klint o Laure Pigeon, hay una constelación de experiencias compartidas: el dolor interior, la espiritualidad, la sanación, la demanda de justicia social y la fraternidad.(Dibujos de Josefa Tolrà y de Hilma af Klint)